

Otra vez de paradita, pero esta vez ya de vuelta, en el mismo sitio que el de ida. Como se portó mu bien la mujer del bar pues volvimos a por lo que quedaba de la bandeja que nos saco por la mañana.


Podemos ver como nuestra Presidenta, apaga la sed que traiamos de Cuenca. Pienso que la paella y sus condimentos estaban un poco salaos, sobre todo la carne.